Entrenador perforador – Charlie Forde

El entrenador visita a su jugador Holden en casa, donde se desata una intensa discusión entre ellos. El entrenador anuncia que va a sacar a Holden del equipo por su falta de participación y actitud egocéntrica. En un momento de tensión, Holden lo acusa de tener motivos ocultos relacionados con su novia. La madrastra Mary interviene, intentando mediar entre ellos al hacerles elogiarse mutuamente, pero la situación se agrava. Mary sorprende a ambos al darle un beso a Holden, causando desconcierto. A medida que la situación se vuelve más absurda, Mary sugiere que el entrenador mantenga a Holden en el equipo y les recuerda que a veces hay que dejar ganar al otro. Finalmente, el entrenador acepta no sacar a Holden, quien se aferra a la idea de que si él se queda, el entrenador también debe quedarse.