La sórdida historia de los suegros - Christie Stevens

Aunque cuando Oliver vuelve a entrar silenciosamente, se sorprende al encontrar a Christie en la sala de estar, con las piernas (y la computadora portátil) abiertas, masturbándose con el mismo porno que estaba viendo la noche anterior. Oliver no tenía idea de que su suegro era tan aventurero sexualmente, y cuando Christie descubre su presencia, lo invita a unirse a la diversión. Tienen sexo sucio y juguetón en el sofá de la sala, incluida una llamada telefónica inesperada de la esposa de Oliver, quien NO PUEDE enterarse de lo que están haciendo.