Pero, para su sorpresa, pronto se da cuenta de que Rachael accidentalmente hace alarde de sus grandilocuentes tetas mientras se limpia alegremente. Ricky la mira fijamente pero luego intenta que deje de hacer alarde de las chicas, aunque ella no entiende la indirecta. Una vez dentro, Ricky se enfrenta a Rachael y descubre que ella ha estado haciendo alarde de sus pechos intencionalmente para que los vecinos los vean para poder divertirse. Ricky está sorprendido y avergonzado, pero también excitado, y no pasa mucho tiempo antes de que Rachael lo convenza de divertirse con ella.