Mona Wales recibe a Eddie, quien desea ver a su hija Kathleen. Le dice sin rodeos que Kathleen lo ha elegido para perder su virginidad. Eddie se sorprende, pero la Sra. Wales empieza a hacerle preguntas personales para decidir si es adecuado. Le pregunta con cuántas personas se ha acostado, a lo que él responde con una. Preocupada por su falta de experiencia, le pregunta más sobre su capacidad sexual. Hablan de cuánto dura en el sexo y ella lo presiona para que comparta su opinión sobre el sexo oral.

A medida que las preguntas se vuelven más íntimas, Eddie se siente incómodo y considera irse. Sin embargo, la Sra. Wales le da un ultimátum: o continúa la entrevista o rompe con Kathleen. Él decide quedarse y responder a sus preguntas, explicándole la diferencia entre amantes considerados y quienes no lo son. Finalmente, ella exige verlo excitado y le enseña cómo complacerla mientras se muestra en lencería, manteniendo su postura dominante durante todo el encuentro.