Las tetas de su madrastra son fantásticas, pero Lolly descubre a Kai mirándolo y lo llama. Ella saca sus tetas para que Kai las admire y le deja jugar con ellas. Es totalmente jodido y tabú, y Kai sabe que no debería masajear las tetas de su madrastra, pero no puede parar una vez que empieza. Kai no puede creer que su madrastra esté a punto de chuparle la polla. Su diversión no termina ahí: Lolly ayudó a Kai a correrse y ahora Lolly quiere algo de placer para ella misma.